Imagina tu jardín favorito o uno nuevo.
Cuida tus plantas, tu eres el jardinero y responsable de tu jardín.
Cultiva la amistad, confía, deja que crezca, céntrate en lo que une, no en lo que separa.
Siembra cariño, observa lo que te gusta de los demás y díselo, y deja que te digan lo bueno que hay en ti, admite los elogios y el cariño.
Cultiva tu trabajo o la posibilidad de tenerlo, prepara lo necesario para abonarlo.
Cultiva el cuidado de los que quieres y deja que te quieran, permítete ser querido.
Ama y deja que te amen, permite que te amen, pero no dejes que te traten mal. Dilo y haz los cambios necesarios.
Siente que necesitas, que quieres, como deseas que crezcan tus plantas y que flores te gustaría que dieran.
Deja de preocuparte por la hierba que no has plantado, no pierdas el tiempo arrancándola, crecerá una y otra vez, considérala un adorno, tampoco es tan malo que el suelo esté cubierto de verde, tus plantas son las que te necesitan de tu cuidado.
No quieras tener razón, todos tienen la suya. Simplemente anda tu camino y rodéate de personas que te apoyen y te quieran. Trátate bien y cuida lo que te dices a ti mismo.
Tu eres el jardinero y tu jardín es lo que tu hagas de él.