La hipnosis se utiliza como una técnica que a su vez contiene otras muchas. No es una terapia por sí misma, aunque haya quien así la utiliza. Tiene una utilidad demostrada muy amplia en facilitar procesos de reestructuración del pensamiento, en  tratamientos conductuales donde la emoción está muy implicada e impide la acción, y como facilitadora del cambio mediante modelado por  imaginación de conductas y consecuencias de las mismas, para su posterior puesta en práctica en la vida real.

Es una potente técnica de relajación aprendida en consulta y que se pone en práctica, sin dificultad, en las situaciones reales. Tiene una aplicación bastante efectiva en tratamientos para dejar de fumar, en conductas impulsivas y en fobias,  y sobre todo tiene una inmensa utilidad, reconocida por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, para el tratamiento del mismo y como analgesia natural. En muchos países se utiliza en determinados procedimientos quirúrgicos y en odontología. De hecho, su consideración científica y su eficacia comenzaron en la medicina.

Yo la utilizo en relajación para su aplicación en situaciones reales, por ejemplo, para mantener la calma en ciertas fobias y facilitar la forma de afrontar el miedo, en problemas asociados al estrés, en tratamientos para dejar de fumar y de reducción o anulación, si es posible, del dolor. Por supuesto, si el consultante no acepta esta técnica y, si después de explicársela y eliminar la idea casi siempre errónea que tiene, prefiere no utilizarla, empleo otros métodos también altamente efectivos procedentes de la terapia de aceptación y compromiso, de las distintas técnicas de relajación y de la terapía cognitivo- conductual.