NAVIDAD

Se acerca la Navidad, símbolo del nacimiento y la renovación. Por eso coincide con el solsticio de invierno, cuando la posición del sol está más alejada de la tierra en el hemisferio norte.

Todas las culturas desde tiempos muy lejanos han celebrado esta época del año y le han dado el significado de renovación, cambio y renacimiento.

No es extraño que sea época de propósitos y proyectos nuevos, deshacernos de hábitos gastados o perjudiciales e incorporar mejoras en nosotros, tanto interiormente, como a nuestro alrededor.

Muchas veces, la mayoría, los propósitos fracasan. El deseo de cambio y la motivación para ello necesita el diseño de objetivos que tengan sentido para cada persona, que salgan de lo más íntimo y necesario, no de la presión y la aprobación social de lo que está valorado y bien visto.

Convertir los propósitos en objetivos y planes de acción para conseguirlos garantizan con mucha mayor probabilidad el éxito en lo que necesitamos. Así mismo deben ser un reto y al mismo tiempo alcanzables, posibles, y empezar poco a poco, de lo contrario, el reto se convierte en un castigo o una meta inalcanzable.

No vale lo de “si quieres puedes” o “si trabajas duro lo conseguirás”, son muchos los factores que influyen. Se trata de saber que hacemos lo necesario en la dirección que deseamos seguir.

La Psicología y su rama aplicada la Psicoterapia están para ayudarte y acompañarte en tu desarrollo hacía el destino que deseas, tanto en tu salud, como en descubrir y alcanzar el lugar en el mundo donde estés bien, siendo tú y aceptándote, con la sensación de saber dónde quieres ir.

Te deseo un camino que te lleve a donde quieres ir, y que disfrutes en tu viaje, con los problemas, dificultades y alegrías que seguro aparecerán.